La existencia de manchas antiestéticas de color rojizo en la piel y el pelo de la zona orbital es relativamente frecuente en las razas de perros de pequeño tamaño o de color blanco, tales como el caniche, el cotón de tulear o el que nos ocupa, el bichón maltés. Pero su presencia no constituye un simple problema estético ya que, con frecuencia, comporta diversas complicaciones que pueden ir desde una ligera molestia para nuestro maltés, a una dermatitis causada por la humedad constante a la que se encuentra sometida la piel de la región.
Causas de las manchas:
La aparición de estas manchas está causada por las enzimas presentes en las lágrimas. Si nuestro bichón maltés muestra un exceso de lagrimeo, su acidez origina una oxidación en el pelo y la piel. Este exceso puede deberse a diversas causas; entre las más frecuentes, encontramos las siguientes:
- En los cachorros de bichón maltés, la aparición de los dientes y el cambio de dentadura pueden ejercer una presión variable sobre el conducto lagrimal; este fenómeno afectará a algunos cachorros de maltés más que a otros. En cualquier caso, con el fin de la dentición el problema suele desaparecer o, al menos, se ve reducido en gran medida.
- La obstrucción de los lacrimales o su excesiva estrechez constituye un fenómeno relativamente frecuente no sólo en el bichón maltés, sino en otras razas de perros y gatos; como consecuencia, el drenaje de las lágrimas es insuficiente y éstas alcanzan el exterior en exceso.
- La influencia del factor genético siempre ha de tenerse en cuenta. Por ejemplo, si nuestro cachorro de bichón maltés es descendiente de malteses que no presentan una cantidad excesiva de manchas en el área cercana a los ojos, es probable que en el futuro este problema no aparezca o que se presente minimizado.
- La existencia de dolencias en los oídos, como la otitis, puede originar las manchas de la zona orbital, que desaparecerán con un adecuado tratamiento de esos problemas.
- La introducción de pelo de la zona del flequillo en los ojos puede causar un aumento del lagrimeo.
- El empleo de determinados champús que contengan agentes irritantes, el lavado con agua de alta mineralización, o la dieta seguida por nuestro bichón maltés constituyen factores ambientales que ejercen una gran influencia; por lo tanto, las posibles reacciones alérgicas a productos y alimentos han de ser tenidas en cuenta.
¿Cómo aclarar la zona del lagrimal del bichón maltés y eliminar esas manchas indeseadas?
Los resultados del tratamiento elegido para eliminar las manchas y cuidar los ojos de nuestro bichón maltés podrán apreciarse conforme su pelo vaya creciendo.
Retirar el pelo cercano a la zona de los ojos, ya sea recogiéndolo en coletas o recortándolo, facilita la limpieza del área, pues así se impide la acumulación y el endurecimiento de las legañas y se facilita su extracción. Para el perrito también será más cómodo tener despejada esta zona, pues el pelo puede rozar los ojos y provocar un aumento del lagrimeo. Aunque es probable que ésta no sea la solución definitiva, ello siempre contribuye a solucionar el problema de las manchas y facilita los cuidados de nuestro animal en combinación con otras soluciones. En los cachorros de bichón maltés hay que extremar especialmente la limpieza de la zona, para evitar de este modo que la mancha de oxidación persista durante toda la vida del animal.
El tratamiento más recomendable consiste en la revisión frecuente de la zona orbital. Las legañas pueden retirarse con toallitas especiales de venta en tiendas para mascotas y consultas de veterinario, o bien con limpiadores naturales como la manzanilla o el agua de rosas, de venta en herboristerías y de sencilla fabricación casera (algunas marcas llevan en su composición diversos aceites esenciales y glicerina). Estos productos naturales pueden constituir una buena alternativa al suero fisiológico, que en ocasiones puede resecar el área de los ojos y, por tanto, contribuir a un aumento en el lagrimeo a largo plazo.
Tras haber realizado esta limpieza básica diaria, es fundamental secar bien la zona para impedir que la humedad propicie la proliferación del hongo conocido como levadura roja, cuyo nombre científico es Malassezia furfur o Pityrosporum. Debido a la humedad generada por el exceso del lagrimeo, la zona de los ojos constituye un medio óptimo para el cultivo de este organismo: por lo tanto, también hay que intentar secar tantas veces como sea necesario.
Conforme vaya mejorando la situación, el periodo de limpieza se puede ir espaciando.
Como tratamiento complementario al anterior es recomendable evitar la ingesta de agua del grifo, pues ésta puede ser inadecuada según la zona geográfica.
No se recomienda la decoloración del pelo, pues algunos productos contienen sustancias agresivas y el área es muy sensible. En cualquier caso, si se opta por esta opción, es necesario acudir a un profesional; nunca se debe olvidar que sólo es efectiva a efectos estéticos y a muy corto plazo.
Si el problema persiste, quizá constituya un caso de obstrucción de lagrimales. Para detectarlo, el veterinario utiliza un líquido de color fluorescente que debe comunicar ojos y orificios nasales. En los casos más extremos de obstrucción hay que operar.
La utilización de antibióticos debe constituir una de las últimas opciones, y siempre hay que optar por ella tras haber descartado los métodos anteriormente descritos. No debemos olvidar que su empleo puede implicar el desarrollo de una resistencia al tipo de antibiótico utilizado. Por supuesto, siempre hay que acudir al veterinario para informarnos sobre posibles efectos secundarios, contraindicaciones, dosis recomendadas, etc.
El empleo de la tilosina se encuentra muy extendido en el tratamiento de animales domésticos y de granja; se trata de un antibiótico suave que se utiliza para combatir multitud de dolencias.
Uno de los productos más conocidos es Angel’s Eyes, comercializado en forma de polvo comestible. También lo es el Tobradex, un colirio que contiene una dosis pequeña de tobramicina, un efectivo antibiótico; así como dexametasona, un elemento inmunosupresor y antiinflamatorio. Al tratarse de un colirio, con su empleo se evita la ingesta oral del antibiótico.
Existen otras opciones naturales para tratar el lagrimal del bichón maltés, como el conocido Lagristop, un producto de Chic! compuesto por agua desionizada, agua de rosas, ácido bórico y aloe vera, que se aplica sobre la mancha, nunca sobre el ojo; el limpiador Pretty Eyes, de Artero, compuesto por agua de tomillo y romero, ácido bórico, y extracto de camomila, entre otros ingredientes; o el Can Bel, un producto fabricado por Stanvet que contiene ácido bórico y diversos fosfatos, entre otros componenetes.