Una de las cosas que nos llaman la atención cuando miramos y “vemos” a nuestro perro, es su mirada. Resulta llamativo ese reconocimiento mutuo, “su mirada se dirige a nuestros ojos”, no a otro foco de nuestro cuerpo. Entrevemos paz, tranquilidad, entrega absoluta. Ellos nos miran, pero qué ven en nosotros… Nuestro deseo, que la única mirada que nos devuelva un animal sea el fiel reflejo de la que nosotros le ofrecemos, una mirada rebosante de amor, amistad, comprensión.
Uno de los aspectos más importantes que los expertos en psicología canina resaltan, es estar atentos a los ojos de nuestros perros. Los perros nos expresan sus sentimientos, sus emociones de igual forma que los humanos a través de la mirada. Estar atentos a ella, así como a otros mensajes corporales, nos puede servir como punto de referencia para saber, incluso predecir, algunos comportamientos, en su relación con nosotros, con otra persona, ó en su encuentro con otros perros.
Como primera evaluación por parte del dueño, para un posterior estudio más a fondo, los expertos distinguen dos tipos de miradas. Una directa y fija, que se suele dar en un perro dominante, que significa que se encuentra en una actitud desafiante con su dueño u otra persona; la segunda mirada, de ojos entornados, se da en un perro que es sumiso y la adopta cuando se le propone una actividad o un reto para que lo cumpla.
Como reflejo de su estado, un perro tranquilo tendrá una mirada relajada, los ojos abiertos de forma natural. Los ojos más abiertos, fijando la mirada, indican que está alerta, ante un ruido, un olor, el movimiento de algo ó alguien que él ha percibido, cuando quiere iniciar un juego, para prepararse a huir, para atender a una voz de su amo, cuando previene un peligro o amenaza, o cuando muestra curiosidad.
Cuando se acerca a otro perro, junto el lenguaje corporal, su mirada “hablará” de su ánimo y disposición hacia el otro. Una mirada fija, con los ojos muy abiertos puede ser una señal de confrontación ó agresión. Una mirada esquiva, que se desvía para no tener contacto visual con el otro, envía un mensaje de evasión, que sirve para mantener la calma, poder estar reunidos sin ansiedad y confrontaciones. El parpadeo es también una forma de enviar mensajes de conciliación, puede hacer que el otro se relaje.
Al estudiar, para conocer a nuestro Bichón Maltés, encontramos referencias a sus características, pudiendo destacar en cuanto a su carácter y mirada las que a continuación se relacionan,
El Bichón Maltés es un manto de seda blanca cubriendo un perro de carácter amable. . [ ]
Los ojos son más grandes de lo normal redondeados y oscuros. Con párpados necesariamente negros para dar la expresión característica de la raza. [ ]
El maltés tiene un brillo especial en su mirada. Perro de compañía ideal, cariñoso y obediente con su dueño. [ ]
Sus ojos son grandes, oscuros, vivaces y emanan inteligencia. Siempre se fijan en todo lo que sucede a su alrededor y no dejan de observar a sus dueños. [ ]
En nuestra mirada debe estar presente el reconocimiento del individuo; estar atento a su peculiaridad forma parte de nuestra responsabilidad así como ofrecerle las condiciones apropiadas para su desarrollo. Nuestras acciones nos serán devueltas en el espejo de su mirada.